El Arte de la Realización del Ser, 1ª Parte – una recopilación
Un extracto
Presentamos una selección de citas sobre el tema del Arte de la Realización del Ser de Maitreya (Mensajes de Maitreya el Cristo y Las Enseñanzas de Maitreya – Las Leyes de la Vida), el Maestro de Benjamin Creme (Un Maestro Habla) y de los escritos de Benjamin Creme.
“Sé lo que eres. No sigas a otras personas. Si practicas la honestidad de mente, la sinceridad de espíritu y el desapego, conocerás a tu Ser, me conocerás a Mí, y conocerás al Señor”. (Las Enseñanzas de Maitreya – Las Leyes de la Vida)
Maitreya dice que ha venido para enseñar a la humanidad el arte de la realización del Ser o la realización de Dios. Equipara a la humanidad con el Ser, y el Ser con Dios. Él dice: “Vosotros sois ese Ser, un Ser inmortal”.
Nuestro dolor, dice, nuestro sufrimiento, nuestros problemas, son el resultado del hecho que nos identificamos con cualquier otra cosa excepto el Ser, el Ser inmortal del cual somos un reflejo en el plano físico. Él dice: “Preguntaos, ‘¿Quién soy yo?’” Descubrirás que te identificas con el cuerpo físico.
Nos miramos en el espejo y decimos: “Este soy yo”. De esta forma permanecemos sujetos a todas las limitaciones del cuerpo físico. El cuerpo físico es mortal; vive cierto tiempo y luego muere, y nosotros tenemos que volver a encarnarnos en un nuevo cuerpo. Así que no podemos ser el cuerpo físico, es sólo un vehículo.
O si no, nos identificamos con nuestros sentimientos, nuestras sensaciones, nuestras energías, nuestras emociones. Estas no son nosotros: no estaban ayer ahí, quizás no lo estarán mañana. Son inestables, nunca iguales. Si nosotros somos un Ser inmortal, estas no pueden ser nosotros.
O si no, nos identificamos con nuestra mente, con las creaciones de nuestra mente, nuestro recuerdo. Pensamos que somos el Sr. tal o la Sra. cual, que tiene tantos hijos. Pero eso no es nosotros, es nuestro recuerdo, la creación de nuestra mente, nuestro sistema de creencias – cristiano, hindú, musulmán, o budista. Eso no es nosotros. Es una creencia, una ideología.
Somos un ser inmortal y por tanto no estamos sujetos a las limitaciones del cuerpo físico, el cuerpo emocional, o la mente. No somos algo como un fascista, o un demócrata, un cristiano, o un budista. Todo eso son construcciones de nuestra mente. Somos, por encima de todas estas creencias transitorias, un Ser inmortal.
¿Cómo nos convertimos en este ser inmortal aquí y ahora en el plano físico? Maitreya dice que Su camino es el más directo, el camino del crecimiento de la conciencia despierta. Implica la práctica de tres actitudes. Una, honestidad de mente. Casi nadie tiene honestidad de mente. No se trata simplemente de ser honesto y no robar la propiedad de los demás.
Todos nosotros pensamos una cosa, decimos otra, y hacemos aún otra cosa distinta. Por honestidad de mente lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos debe coincidir en una misma línea. En segundo lugar, la sinceridad de espíritu – ser lo que somos, distintos e individuales.
No intentar ser alguien distinto o imitar a otras personas, sino hablar de corazón a corazón. No hablar para causar en los demás una idea falsa de nosotros mismos, manipulándoles para que nos admiren o agradarles. Se trata de ser honesto dentro de uno mismo, sincero. Pocas personas son verdadera e internamente sinceras. La tercera actitud a practicar es el desapego.
El desapego es la conciencia despierta de que nosotros no somos el cuerpo, los sentimientos, o la mente – y desapegándonos gradualmente de ese tipo de identificación. Si estamos apegados a nuestras emociones, por ejemplo, y alguien nos hace una mala pasada, si nuestra reacción es de fuerte indignación y enfado, entonces no estamos desapegados. Si estamos desapegados, no reaccionaremos con indignación y enfado ante ese desaire.
Lo que ocurre a la práctica es que estas tres actitudes se apoyan entre ellas. Cuanta más conciencia despierta tenemos, más honestos somos, y más sinceros. Cuanto más sinceros somos, más honestos conseguimos ser. Cuanto más sinceros y honestos somos, nos volvemos más desapegados.
Cuanto más desapegados estemos, más sinceros y honestos también seremos. Los tres funcionan juntos, como una levadura.
Cuando Maitreya esté enseñando abiertamente en el mundo, se haya declarado y empezado Su programa de estímulo y orientación en el campo político y económico, Él también enseñará a la humanidad el Arte de la Realización del Ser. Cuanto más practiquemos estas tres actitudes, mayor conciencia despierta del Ser se desarrolla.
Cuanta más conciencia despierta del Ser se desarrolla, más realización del Ser se vuelve posible. La conciencia despierta del Ser conduce a la realización del Ser. ¿Qué es la realización del Ser? No es una religión, una ideología, o una creencia. Es la meta de la vida que, cuando se alcanza, nos convierte en un Maestro. Todos los Maestros son Seres que han logrado la realización del Ser. (Benjamin Creme, La Misión de Maitreya, Tomo III)
“Tu destino es la libertad. Nadie ‘nace en pecado’. Más bien, el Ser es sujeto al condicionamiento durante el proceso de evolución. El proceso de evolución es el Devenir.
“Si sigues estos tres principios de honestidad de mente, sinceridad de espíritu y desapego, la evolución se da de forma natural. Tu ‘segunda naturaleza’ es una naturaleza condicionada, pero la práctica de los tres principios te liberará del condicionamiento. Nadie está ‘condenado’ al condicionamiento.
“Por favor, no deis las cosas por sentado. Esto equivale a un ‘aterrizaje suave’ en lo que a la mente se refiere. Los ismos son como pequeñas píldoras que dan a la mente unos momentos de asueto. La mente, el espíritu y el cuerpo se perciben bastante felices. Pero las realidades de la vida jamás pueden comprenderse a través de ismos. Sólo pueden experimentarse. La experiencia y la visión van de la mano. (Las Enseñanzas de Maitreya – Las Leyes de la Vida)
La mayoría de la gente piensa una cosa, dice otra, y hace algo aún diferente. No hay una línea directa entre sus pensamientos y sus acciones. Esto conduce a la confusión y destrucción. Esto no es honestidad de mente. La honestidad de mente conduce a la expresión honesta y la acción honesta. La paz y felicidad puede alcanzarse a través de esta armonía.
La sinceridad de espíritu significa no imitar a otras personas, no pretender, no intentar parecer diferente de lo que eres. La sinceridad de espíritu es no colocarse los ‘atuendos’ de otra persona, no imitar tu estrella de cine o de pop favorita. Es sencillamente ser tú mismo.
Si eres un artista, músico, escritor o poeta, la cosa más interesante que puedes ser es tú mismo, no otra persona a través tuyo. La imitación en arte o música se desprecia. La imitación en la vida de alguna manera no se desprecia, sino que es igual de importante. El arte, la música o la expresión literaria son parte de la expresión de la vida.
Esto es ciertamente tan valioso y personal, y debe de ser original, como lo eres tú. Cada personas es única. Debes dar expresión a esa singularidad. Eso no significa que debes hacer todo lo contrario de lo que normalmente se conoce o acepta, sino que significa que debes ser tú mismo.
Cuando veáis a Maitreya descubriréis que Él habla directamente desde Su corazón a tu corazón. Tu centro del corazón resonará en respuesta a lo que Él dice. Parecerá tan puro, tan absolutamente, esencialmente, verdadero.
No tendrás dificultad en aceptar lo que está diciendo porque penetrará hasta el mismo centro de tu ser. Esa es la razón por la que se espera que una vez que Él haya hablado abiertamente al mundo no pasará mucho tiempo hasta que tenga lugar el Día de la Declaración. (Benjamin Creme, El Gran Acercamiento)
“Se os ha dado la mente, el espíritu y el cuerpo”, dice Maitreya, “para expresar Mi Ser y Devenir en pensamiento, palabra y acción”. Cualquier acción realizada con deshonestidad de mente, un espíritu insincero, y apego, es destructiva.
Por ejemplo, si pensáis una cosa, decís otra, y hacéis otra diferente, estáis perdidos. La honestidad de la mente conduce a la palabra honesta, y a la acción honesta. Esta armonía conduce a la paz y a la felicidad. “Seas un ladrón o un santo”, aconseja Él, “puedes empezar ahora mismo”.
Pero la gente ha preguntado, “¿por dónde empezar? ¿cómo practicar la sinceridad?” Considerad una expresión utilizada muy a menudo que dice “tener una charla de corazón a corazón” con alguien, responde Maitreya. ¿Qué significa esto? Significa que te expreses como realmente eres, que te comuniques desde el centro, tu centro, el Ser. Practica esto.
Te transformará a ti, y a aquellos que te rodean. El corazón nunca está empañado, nunca es afectado; es el asiento del alma. Es la mente la que nos descarría. Paz, beatitud, felicidad y gracia son las cualidades del corazón. “Al sintonizarte con los ‘sentimientos del corazón’”, enseña Maitreya, “puedes experimentar tu inocencia natural, esa inocencia que tenías de niño. No ‘visualices’ el corazón. Porque eso es sólo obra de la mente, que intenta encontrar la fuente de la luz con una antorcha”. (Maitreya, La Misión de Maitreya, Tomo II)
Ser honesto, sincero y desapegado es experimentar la unidad con Dios. Pero muy a menudo esta unidad queda interceptada por las personas porque la soledad se teme. Pero la sensación de soledad es una bendición suprema disfrazada porque muestra que una persona se está acercando a la unidad con el Señor. (Las Enseñanzas de Maitreya – Las Leyes de la Vida)
El Ser es un Ser inmortal espiritual. Se refleja como un alma humana, que a su vez se refleja a este nivel como la personalidad humana. El sendero evolutivo es la reunificación de la personalidad con el alma, y el alma/personalidad junto con la Chispa de Dios, el Ser Divino. Cuanto más desapegado estás, más pueden tener lugar estas cosas. Maitreya dice: “Cuando estás desapegado todo se vuelve posible. Cuando estás apegado no puedes conocerme. Allí no puedo estar. Pero cuando estás desapegado, allí siempre estoy contigo”.
Estas tres cosas, honestidad de mente, sinceridad de espíritu y desapego, si se practican seria y consistentemente, junto a la Oración para la Nueva Era, pueden llevar a una persona rápidamente hasta una comprensión y experiencia de sí misma de una forma nueva: una nueva libertad, espontaneidad, franqueza, y una creciente ausencia de temor y conflicto gradualmente hará sentir su presencia. (Benjamin Creme, El Gran Acercamiento)
Desapego es desapegarte de la identificación de ti mismo como cuerpo, mente o espíritu. No es decirte a ti mismo: “no debo sentir emociones”. Mucha gente suprime sus emociones. Suprimir tus emociones es igual de malo que abandonarse a ellas. Lo que has de hacer es aprender a mirar tus emociones, y no abandonarte a ellas o suprimirlas.
No reprimirlas, sino simplemente mirarlas, sin identificarte con ellas; y si no te identificas con ellas, te desapegas de ellas. Es como crear un espacio entre tú y ellas. La mayoría de la gente se identifica rápidamente con su emoción, sea cual sea. Lo han hecho así durante toda su vida, así que lo dan por sentado. Sienten todas las emociones negativas, y piensan que están en su derecho de experimentarlas.
De hecho, algunas personas creen que es su deber; y sospecho que muchos psicólogos dicen a sus pacientes que deben ‘ser emotivos’. El asunto es que tienes que ser desapegado, no desapegándote de la vida, sino siendo muy consciente, mirando muy seriamente lo que está sucediendo, pero sin identificarte con ello.
Esto es difícil, pues se necesita un cierto grado de desapego para hacerlo – ¡tienes que estar allí antes de que puedas llegar allí! Pero sólo se requiere un espacio pequeño para crear un espacio mayor. La mejor manera, creo yo, es estudiar a Krishnamurti.
Si pones en práctica lo que lees según lo estás leyendo, creas ese espacio. Mira lo que estás sintiendo, permítete sentirlo, pero no te abandones a ello, ni lo suprimas o trates de desembarazarte de ello. Si luchas contra ello es como una de las pruebas de Hércules: cada vez que cortaba la cabeza de la Hidra, le crecían dos en su lugar. Eso es lo que pasa con la represión.
Tienes que hacer como él, que la elevó, finalmente, a la luz del día (la luz del alma), y la Hidra murió por sí sola. Simplemente mira el sentimiento y di: “Eso no soy yo. No estaba ahí ayer, no estará ahí mañana, no soy yo”, y se irá. Cada vez que haces esto lo debilitas. Le retiras su alimento.
Cada vez que te identificas con algo, tu energía lo nutre. Tu energía afluirá hacia cualquier cosa en la que te enfoques, y reforzarás la emoción. Has de invertir el proceso, y la emoción morirá de muerte natural por falta de alimento. El desapego es el modo de producir la honestidad de mente y la sinceridad de espíritu que Maitreya enseña. (Benjamin Creme, La Misión de Maitreya, Tomo II)
Si sigues a los demás en vez de ser tú mismo, pierdes la chispa; no puedes reflejar la luz de la individualidad. Sin esa luz, no existe progreso en la vida. Asimismo, cuando experimentas al Ser en el interior y llegas a conocer que eres una entidad inmortal, separada por completo de la mente, el espíritu y el cuerpo, aprendes a utilizar esos templos del Señor de forma creativa, con conciencia despierta. Los procesos de curación se siguen automáticamente.
Por eso Maitreya ha dicho que incluso las personas enfermas de SIDA serán curadas por la oración y por la práctica de honestidad de mente, sinceridad de espíritu y desapego.
Sin desapego no existe salvación alguna. (Las Enseñanzas de Maitreya – Las Leyes de la Vida)
La labor por delante es clara: abrir las ventanas del alma y dejar que la luz del alma ilumine vuestras vidas. A través de la intuición despierta permitid que el conocimiento y propósito del alma se exprese. Conoced el significado de la compasión y esparcid ese amor por doquier. Permitid que la sabiduría de vuestra alma elimine toda ilusión y convertíos en una luz para vuestros hermanos.
Esa es la labor de todos aquellos que hollen el Sendero de Luz. Despertad la intuición y ved claramente el Plan; despertad la intuición y disolved la oscuridad; despertad la in
tuición y desechad todo temor. (Maestro de Benjamin Creme, de ‘Razón e Intuición’)
Nada te pertenece. Todo pertenece al Señor. Si eres honesto contigo mismo, eres honesto con el Señor. Si eres sincero contigo mismo, eres sincero con el Señor. (Las Enseñanzas de Maitreya – Las Leyes de la Vida)
“El Ser es infinito. La conciencia despierta es infinita. La mente, el espíritu y el cuerpo tienen un principio y un final. Con desapego, el Ser experimenta fenómenos en mente, espíritu y cuerpo, pero no se apega a los poderes milagrosos de los que son capaces mente, espíritu y cuerpo.
Las leyes de la creación están en la mente. La energía universal se encuentra en el espíritu y el foro para la materialización de la creación es el cuerpo físico. De hecho, cuando el Ser observa a los poderes de Dios es el desapego lo que salva al Ser del encarcelamiento en las ataduras de la vida.
El desapego es la ‘droga’ más poderosa. Se vuelve tan efectiva que inmuniza al Ser de los procesos y procedimientos de mente, espíritu y cuerpo. Aprender el desapego es un arte. Un científico, con desapego, aprenderá las leyes de la física y de la química (las leyes de la creación) y las aplicará, creando cosas que constituyen el trabajo de Dios. El artista, con desapego, podrá describir a Dios a raíz de sus propias experiencias.
El destino de todos y de cada uno será, algún día, ser libre de mente, espíritu y cuerpo. Esto, en sí mismo, se convierte en la salvación.” (Las Enseñanzas de Maitreya – Las Leyes de la Vida)
Etapa tras etapa, siglo tras siglo, el hombre construirá una civilización que mostrará su creciente manifestación de la divinidad; una cultura en la cual la belleza de la creación divina se expresará en todos sus aspectos, un espejo en el cual la Idea Divina se reflejará en toda su gloria.
Así el hombre tomará su verdadero lugar en el esquema de las cosas según el Plan Divino. Así, bajo la inspiración del Cristo, él transformará este mundo – separado por el temor, el dogma y el odio – en aquel en el que la Ley del Amor gobierne, en el que todos los hombres sean hermanos, en el que todo lo que pertenece a la divina naturaleza ocupe la atención del hombre y controle su vida.
Así se realizarán los sueños de divinidad del hombre, se alcanzará su potencial y se cumplirá su destino. (Maestro de Benjamin Creme, de ‘La nueva civilización’)
Fuente: http://www.share-es.org/2010/con-012010.htm#arte_r_ser
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