¿Qué viene después para Norteamérica… económica, política y espiritualmente? por Lynne Girdlestone
Mi plan es difundir en el mundo mi sencilla enseñanza de la verdad: que los hombres son Uno, todos hermanos; que Dios ama a todos los hombres por igual; que la naturaleza proporciona el sustento para que todos compartan.
– El Instructor del Mundo, Maitreya
Mientras que los gigantes de Wall Street se desploman y millones de personas pierden sus hogares, empleos, pensiones, atención médica y todos los demás elementos de “seguridad”, puede que se haga la pregunta, “¿Qué viene después?” Aunque muchos esperan con temor los nuevos acontecimientos, hay en realidad motivos para ser optimistas.
Según el autor, futurista y conferenciante internacional británico Benjamin Creme, estamos ahora viviendo la agonía de un sistema económico que, durante décadas, ha beneficiado a unos pocos hombres ricos y poderosos a costa de miles de millones de hombres, mujeres y niños que no tienen ni siquiera lo necesario para vivir: alimentación, vivienda, atención médica y educación.
No sólo la comercialización de la vida y la excesiva especulación en instrumentos financieros absurdos ha impedido una justa distribución de los recursos del mundo, sino también las guerras interminables que alimentan, que devastan a muchos inocentes y que, en última instancia, podría acabar con toda la vida en este planeta.
Creme, que durante más de 40 años ha estado colaborando con uno de los Hermanos Mayores de la humanidad—un Maestro de Sabiduría, como son conocidos en Oriente—señala que debido al abrazo imprudente de EE.UU. a la avaricia ilimitada basada en el capitalismo ha llevado a este país al borde del colapso económico y financiero, afectando así negativamente al mundo entero. La buena noticia es que en el momento que despierten las cualidades del alma de Norteamérica, vamos a pasar a una nueva era de inimaginables logros sociales, científicos y espirituales. Este es nuestro destino—si elegimos aceptarlo.
Incluso con una nueva administración y un verdadero cambio de actitud, todavía es difícil imaginar cómo llegaremos desde donde estamos hoy hacia ese extraordinario futuro. De hecho, dice Creme, sería imposible ahora sin la ayuda de estos Hermanos Mayores, que nos han guiado durante milenios desde detrás de la escena y ahora están dispuestos a trabajar abiertamente entre nosotros. Ellos proveerán inspiración y consejos prácticos; ¡nosotros tenemos que hacer el trabajo!
Estos Maestros de Sabiduría inicialmente puede explicar que en el centro de nuestra crisis política, económica e incluso medioambiental hay una menos obvia, pero más profunda, crisis espiritual. Simplemente no sabemos quiénes somos ni por qué estamos aquí. No entendemos que hay un plan divino detrás de toda la vida. En verdad, no somos víctimas de un accidente cósmico. Toda vida es sagrada y está interconectada, y estamos destinados a cosas mejores que las que hemos logrado hasta ahora. Sin esta comprensión espiritual, luchamos por la vida al azar, separados unos de otros y de nuestra fuente.
Pero dentro de muy poco tiempo, dice Creme, el líder de este grupo de Seres iluminados—el Instructor del mundo, Maitreya—aparecerá en la televisión nacional. Él hablará de la necesidad para la humanidad de verse a sí misma como una familia y compartir los recursos del mundo para que las necesidades de todos puedan ser satisfechas, haciendo hincapié en que “sin compartir y justicia, el hombre no conocerá la paz”. Mediante la aplicación de este principio divino del compartir, erradicaremos las causas fundamentales de la mayoría de los sufrimientos del mundo de hoy, ya se trate de terrorismo y otras formas de violencia, del hambre y la pobreza, de la pandemia de enfermedades, o de la destrucción de nuestro medio ambiente. Muchas personas creen que sin compartir, no podremos sobrevivir este siglo.
La primera entrevista de Maitreya en una cadena de televisión norteamericana será precedida por la aparición de una brillante estrella, visible día y noche en todo el mundo, similar a la estrella que apareció en el momento del nacimiento de Jesús. Esta estrella ya ha sido vista por muchas personas de todo el mundo. Fotografías a color y noticias de este evento están disponibles en www.Share-International.org.
A la emisión en Norteamérica le seguirán una serie de entrevistas en muchos países. La gente comenzará a hablar más abiertamente acerca de la sabiduría de este hombre, que inicialmente no revelará su verdadero estatus. Como las condiciones seguirán deteriorándose en el mundo exterior, la gente demandará más orientación de este extraordinario individuo. Finalmente, los medios de comunicación del mundo concertarán una oportunidad para que él hable a toda la humanidad a través de conexiones por satélite. En este Día de la Declaración, Maitreya hablará telepáticamente a todas las personas de la tierra, mayores de 14 años, en su propio idioma. Él explicará con palabras sencillas, de dónde venimos, nuestro destino terrenal y espiritual, la forma de relacionarnos unos con otros, y cómo resolver los múltiples problemas del mundo. Al mismo tiempo, se producirán cientos de miles de curaciones espontáneas. Millones de personas comenzarán a reconocerle como el Esperado de su fe o religión, independientemente de cómo lo llamen.
El Maestro de Benjamin Creme ha dicho de este día sin precedentes: “Nunca antes, los hombres habrán escuchado el llamado a su divinidad, el desafío a su presencia aquí en la Tierra. Cada uno, individual y solemnemente solo, conocerá en ese momento el propósito y significado de su vida, experimentará nuevamente la gracia de la niñez, la pureza de la aspiración limpia del yo. En estos preciosos minutos, los hombres conocerán nuevamente la alegría de la plena participación en las realidades de la Vida, se sentirán unidos unos a otros, como la memoria de un pasado distante.”
Si bien esta visión de futuro puede desafiar muchos apreciados puntos de vista políticos, económicos y espirituales, es cada vez más evidente que los métodos de ayer, de cualquier género, no resolverán los problemas de hoy. La vida en la Tierra se ha vuelto exponencialmente más compleja, exigiendo una forma completamente nueva de pensar, de enfoque y liderazgo. Este liderazgo—al más alto nivel disponible en nuestro planeta—está dispuesto a presentarse y guiar a todos los hombres y mujeres de buena voluntad hacia una brillante nueva era de progreso. ¡Sólo tenemos que pedirlo!
Fuente: http://www.maitreyainfo.com/articulos/lg_queviene.htm
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